Luis apagó la luz y se recostó en su cama. En plena oscuridad brillaba allá arriba una pequeña estrella que había colocado con pegamento cerca de la lámpara.
Apenas y recordaba bien las cosas. Luisa le había prometido volver pronto "Y será mejor, mucho mejor... ya verás" Cuando Luis pensaba en esa promesa sentía un nudo en la garganta.
¿Cómo es que estaba tan segura?
Mientras, lejos de la recámara de Luis, en otra noche, sobre otra cama, debajo de otra negrura, Luisa colocaba una estrella con pegamento cerca de su lámpara. Hacía frío y cuando el clima es frío lo mejor que hay es ponerse la pijama, cobijarse hasta la barbilla y apagar la luz.
Sola, tardaba más en entrar en calor. Y con frío no podía dormir. Con la luz apagada, a solas, podía ver con claridad como brillaba su adorno allá arriba.
"...Y cuando te vuelva a ver, las cosas serán mejores, mucho mejores, ya lo verás"
parecía que estaba escuchándolo de nuevo. Cerca. Casi parecía que sentía de nuevo su aliento.
¿Cómo podía asegurarlo?
Levantó de nuevo la mirada. Allá arriba brillaba su estrella. No supo exactamente en que momento se quedó dormida. Esa noche tuvo un sueño. Fue un buen sueño. La hizo sonreír mientras dormía.
Fin.
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