miércoles, julio 19, 2006

Aventuras en el Ritmo V

Músico callejero














Cuando veo a alguien con su guitarra caminando por la calle, o estoy comiendo en algún lugar y de pronto entra alguien con un acordeón para tocar algunas canciones no puedo evitar prestarle la atención que se merece.

Sea bueno o malo, no importa si aporrea un teclado repitiendo una y otra vez un mismo círculo, ni importa si a su guitarra le faltan un par de cuerdas y una buena afinación, me fijo mucho en ese personaje, en su actitud, en su mirada.

Mucha gente piensa que ser músico callejero es sinónimo de limosnero o de "huevón que no supo hacerla", que lo venció el vicio, que no trabaja, etc, etc. Y seré franco, muchos de estos conceptos pueden ser ciertos, pero no todos ni del todo.

Hace muchos años ya que el rollo de la música me llevó a viajar a las costas de Sinaloa con la banda que teníamos en aquella época, nuestras ilusiones pudieron más que el sentido común, la prudencia y la comodidad de nuestras vidas, así que decidimos irnos a la playa. Allá buscaríamos fortuna... y como éramos bien buenillos y famosillos en nuestro rancho bicicletero (PuebloQuieto, SLP) pues eso bastaba. Prácticamente la teníamos hecha. Aún sin habernos ido, ya veíamos flashes de cámaras, viajes, entrevistas, firmas de autógrafos, bla bla bla... jajaja.. es muy chido (neta) alucinar con esas cosas. Estaba chavo, pues. Muy chavo.

Algunos de los del grupo empezaron a juntar sus mejores garras (les decíamos las de escenario) y todos a pulir, limpiar y reparar nuestros instrumentos, tambores, guitarras, a conseguir cables y bocinas que faltaran y sobre todo a ver en que diablos nos íbamos a ir (Pero ese es material para otro post).

El chiste es que después de un viaje lleno de sueños, de imágenes triunfantes y sobre todo de fama y billete pasaron los días y las semanas hasta que tuvimos que aceptar varias cosas:

1.- No teníamos trabajo fijo.
2.- Los clientes que habíamos agarrado nos pagaron una miseria.
3.- Aún quedaba poquita gasolina en la camioneta.
4.- La comida (y el agua) se estaba acabando, y eso que racionábamos bastante.
5.- No se veía nada, absolutamente nada de contratos por delante.

Aún así seguimos soñando, buscando, esperando... conociendo gente, haciendo contactos para conseguir trabajo (o por lo menos comida) llegamos a gorrearle la comida, la cena y el chupe a varias amigas y amigos, jojojo. Afuera del departamento donde vivíamos había un gran árbol de mangos, lo malo es que no era temporada de mangos, estaban verdes, lo bueno es que nos valió madre y así nos los comimos, lo malo es que si nos empachamos algunos, lo bueno es que por andar enfermos de la panza pues no nos daba tanta hambre, lo malo es que después si nos dio y más que antes.

Cuando de verdad nos dimos cuenta de que urgía el dinero fue cuando vimos que no había para comer más que una bolsita de pan molido para empanizar. Cuando llegamos de la playa estaba Chuy muy calladito, sentado, sin hablar, oyendo musiquita en su grabadora. Lo saludamos y nos contestó con un ¡Mmjmm!

-¿Qué comes güey?
-Mmmmm?
-¿Qué estás comiendo?"
-Mm... nada
-A ver cabrón, ¿¿¿Qué tienes en la mano???

Chuy abrió la mano lentamente mientras nos veía a los ojos. Se estaba echando a la boca puños de pan molido para empanizar. Se lo pasaba con un vaso de agua que tenía al lado.

Bah, de todos modos ¿que chingaos íbamos a empanizar? nos repartimos en puños iguales la bolsita de pan molido, con eso dimos por vaciada oficialmente la alacena y fue entonces que uno de nosotros dijo:

-A mi me vale madre, me voy a ir a tocar a la calle
(miradas de sorpresa de algunos)
-¿Estás loco? ¡no tienes ni idea de cómo hacerle!
-¿Qué? ¿Se te hace muy difícil tocar algo con tu guitarra, cantar y luego extender la mano? No mames.
-No, bueno... pero no chingues... ¿en la calle así así lo que se dice en la calle?
-Sí. Yo ya me voy. A ver que consigo. Tengo hambre. Organícense y nos vamos todos por distintos rumbos para sacar más.

Resultó que sí era muy difícil hacerlo.

Por lo menos para mí. Al principio resultó vergonzoso. Me agachaba y trataba de ocultar mi rostro de la gente con la gorra que traía. Tocamos en la calle, nos metimos a varios restaurantes de la costera, en algunos nos corrieron, en otros hubo algunas mesas de gente que aplaudía pero no sacaba ni un peso. Un gringo nos invitó una cerveza a cada uno. Como no había cenado ni desayunado y sólo había comido un puño de pan molido me mareé al instante.

Saliendo de uno de esos lugares quedamos en la calle debajo de la señal que detiene a los camiones de transporte público. Más vergüenzas todavía.
Yo no podía ni siquiera decir al principio "¡Compa! ¿nos dejas echarnos una canción?" y la vez que lo hice el chofer me dijo que no y me cerró la puerta. Che ojete. Snif.

Como quiera lo hice. Subí y bajé de varios camiones, en muchos la gente me veía compadecida, otros con simpatía y algunos con fastidio, cuando no con indiferencia. Después de varios viajes uno se suelta más, ya sonríes, saludas a la gente, incluso les dices de donde eres y los amenazas con seguir berreando si no cooperan -aceptamos tarjetas de crédito, cheques de viajero, dólares y pagos en especie- decía yo a veces y veía que alguna señora sonreía mientras buscaba en su monedero.

Y las monedas, llegan poco a poco... debo reconocer que en pocas horas de trabajo conseguimos bastante dinero, como para poder ir a hacer super y mantenernos a flote algunos días más. ¿Dinero fácil? no lo es tanto, ¿saben? y a pesar de que si sacábamos algo no quisimos seguir con eso, así que seguimos buscando trabajo y después de un tiempo lo encontramos, no nos fue nada mal, viajamos todavía un poquito más y juntamos para el regreso a nuestra tierra. ¡Cómo extraño Mazatlán! incluso prometí volver mínimo una vez al año... no lo he cumplido.

A veces, cuando alguien en algún restaurante empieza a tocar alguna canción y a cantar mientras se recarga en alguna silla o se sujeta del tubo en un camión me hace recordar que, como todo, es un trabajo, que se vive al borde de la miseria y que incluso a veces se juega hasta el físico por andar en las calles.

Un músico callejero se merece unas monedas. No importa si canta o toca espantoso. De seguro que no le ha quedado otra opción, y ojalá pronto encuentre alguna mejor, pero por lo menos no está robando. Por eso algunos terminan con una tonadilla que dice "señores y señoritas, yo no les vengo a robar, sólo quiero que cooperen lo que sea su voluntad... un pesito dos pesitos, Dios se los ha de pagar"

Cuando vean uno, cooperen un par de monedas.

(La foto de arriba la encontré en el website del Ministerio de Educación y Ciencia
Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa de Madrid, España)

viernes, julio 14, 2006

Chinga tu Madre Comercial Mexicana










Resulta que inventan la promoción esa de "Julio Regalado"...


puro cuento, digo yo... y sin tanto rollo hagamos cuentas de el chasco que me llevé hoy con ellos:
















(Las imágenes se usan con fines puramente ilustrativos)
Croquetas para perro SUPER PROMOCIÓN DE 3 X 2 PAGA 2 Y TE REGALAN UNA IGUAL.
Precio al Público: $ 63.40

PROMOCION 3X2



$ 126.80











Vino Casillero del Diablo SUPER PROMOCION 3X2 PAGA 2 Y TE REGALAN UNA IGUAL
Precio al Público: $ 107.00

PROMOCION 3X2



$ 214.00




TOTAL SEGÚN SIVOLI:
(matemáticas básicas)
126.80 + 214.00= 340.80

Peeeeeeeeeroooo... aquí viene lo triste, porque la cajera horripilante con un acné tremendo que parecía tener cara de carne molida me dice con su mejor cara de Julio Regalado:

-Son 406 pesotes señor...
-Eh? no maa.. como crees!

(Aquí obvio, como había más gente en la fila, me mira con furia asesina, esa furia que surge a las 4 o 5 de la tarde que estás trabajando y no has tragado nada aún)

-Oye, pero los vinos y las croquetas son de la promoción de 3x2 lo revisé bien y...
-Ash, claro que si... ve? mire... en la pantalla aparece su descuento!
-Pos si, señorita, pero yo hice mis cálculos ANTES de comprar y no me da esa cantidad
-A lo mejor se equivocó de precio, sus croquetas cuestan 96 pesos.
-Noo, soy un organismo superior que no admite el más leve error...
-Ash, mire tengo una fila muy grande, ¿quiere que le cancele la compra?
-¿?¿? Pues... si me los quería llevar, pero...

Acto seguido la vieja canceló mi compra, le llamó a otra vieja que traía un chingo de llaves y un radio en la mano (yo pensé que me iba a sacar esposado) y no se que tecleó en la caja, me dijo que esperara.

Esperé. Soy muy paciente.

Hasta que agarraron a un chavito, le dieron mis croquetas y le dijeron que fuera a conseguir otras para luego desenmascararme. El güey ese se tardó ETERNIDADES en encontrar el anaquel donde estaban (a lo mejor nunca ha tenido un perro) y ETERNIDADES extra en corroborar el precio que yo dije. Incluso regresó con la etiqueta del precio. El precio que yo había dicho, obviamente.

Pues la vieja del radio frunció el ceño y revisó la bolsa de croquetas como si fuera un paquete de C-4 hasta que aparecó una sonrisa de satisfacción en su rostro.

-Ahhh, no... mire... si es el producto, pero no es el producto...
-Eeeehh?
-Si mire, si es la marca, si es la bolsa de 4 kg. pero aquí la etiquetita del precio tiene una "M"
-... Y eso es malo por...
-Quiere decir "Mealno-se-que-madres" y las que Ud. trajo dicen "Natural Balance"
-Mmm.. si revisé la bolsa, pero nunca pensé que una letrita "M" en la etiqueta del precio significara tanto
-Si... (la sonrisa se hizo más grande, pude ver unos dientes amarillos) es por eso, pero si quiere se las cobro...
-Hum? no, no... la verdad es que no pensaba pagar tanto.
-Pues como guste, si quiere mando al chavito por las croquetas de ESTA oferta.

(vi el reloj. Se me estaba haciendo tarde. No importa. Soy paciente, soy paciente)
-Mmm... ok, está bien (sonreí poquito, como agradecido por su prestancia)
-A ver, Luis... Luis... chin ya se fue Luis, a ver... llámale a Luis, por favor, dile que venga de nuevo

El pinche Luis creo que ya estaba comiendo.

Tuvieron que usar un micrófono para llamar a alguien (quien fuera) para que viniera y le dieran instrucciones especiales para que pudiera llevar a cabo una tarea tan complicada y peligrosa (imagínense, andar por lúgubres pasillos esquivando bólidos de metal, escuincles y señoras gordas) y me trajera ESAS croquetas. Yo creo que tampoco tuvo nunca un perro, porque se tardó más que el pendejo de Luis (creo que sus amigos le dicen "Huevo", sepa)

La gente de la fila me miraba como a alguien que tuviera lepra. Un señor se me quedaba viendo con esa mirada que uno pone cuando abre el refri y encuentra que la comida dentro se ha echado a perder.

No importa. Soy paciente.

Cuando llegó el güey ese con tres paquetes DE LAS MISMAS CROQUETAS que había llevado yo y dijo "Son las únicas que hay, ¿las va a querer o no? fue cuando dije VÁYANSE TODOS AL FOQUIU, le dije a la vieja del radio que me daba mucha pena, pero que no iba a llevar nada.

-Ok (cara de "me vale madre")¿le cancelo las croquetas entonces?

Le arrimé el carrito con todo lo demás. No había pagado nada todavía.

-No... si quieres cancela todo, no llevo nada. Creo que voy a ir a Wal Mart, como siempre.
-Como guste pues

Pinche vieja, levantó la nariz muy oronda y se llevó el carrito.

-Luiiis!... Luiis!!... a ver alguien que le hable a Luis..!

Ojalá entren más y más supermercados extranjeros para que hagan que desaparezca esa pinche tiendita.

Como consuelo balín les ayudé un poquito con su imagen publicitaria:

miércoles, julio 12, 2006

Perlas Diarias de Sabiduría

Nunca puede faltar el correo amistoso de alguno de mis contactos o conocidos donde manda un chistesillo (algunos a veces muy buenos, eso si) o fotos de viejas, o las tan sobadas cadenas y SPAM que mencioné en algún otro post anterior.

Pero los correos que se llevan el Stupid and Hueva Email Award® cada año son los de tipo motivacional...

Al parecer algunos de mis contactos están cien por ciento seguros de que estoy pasando por un mal día o que no le encuentro razón de ser a mi existencia y que necesito urgentemente saber cosas como... hum... bueno... cosas del tipo que me explican que soy... ejem, algo así como
Una Vasija Agrietada.


















Y no es que sólo me den hueva ese tipo de mensajes, sino que hay gente que definitivamente tiene broncas, neta, porque se ponen a hacer animacioncitas en PobrePoint, bajan un par de fotos de la red, agregan textos que vuelen o salgan con un rebote (BOING!) mientras se escucha de fondo una rolita bastante melosa y cursi (algunos les dicen clásicos) a cargo de Richard Claydermann (tipo Balada para Adelina, ¿les late?).

Este tipo de correos no sólo me dan hueva... a veces me inspiran ternurita. ¿Acaso de verdad hay quien se crea este tipo de sandeces?

Otro ejemplo de Perla de Sabiduría:

















Voy a ir a trasculcar los cajones y las agendas de mis cuates. Así sabré fácilmente quienes de ellos son amigos verdaderos y quienes nomás se la han pasado fingiendo. Ni se la esperan... que buen método, ¿no?

Chale.

De cualquier manera todos sabemos que aunque encuentre esos teléfonos en la agenda de algunos de mis amigos, la neta, la neta... los verdaderos super amigos son estos:











Bueno, me salí un poquito, pero veamos otro ejemplo de este tipo de mensajes:

















¡No sabía...! Entonces el güey que vino la semana pasada a arreglar el refri (ya no enfriaba, nomás hacía un chingo de escarcha) ¿es un amigo verdadero? No maaa...

Es curioso como a veces uno ni cuenta se da y los amigos verdaderos pasan por enfrente. Creo que por ahí tengo apuntado el teléfono del técnico, a ver si le llamo en estos días.

A los que llegan y abren el refri para tomar lo que necesitan yo les digo conchudos, gandallas, confianzudos, igualaditos... pero ok, supongo que podría llamarles Amigos Verdaderos, se oye menos mal. Ches gorrones... entonces ¿¿¿cuando hay reunión en mi casa y todo mundo (hasta la amiga desconocida que viene con algún cuate) llega a abrir mi refri para tomar lo que necesita es mi amigo verdadero????

Juar, juar...! todos hemos llegado a recibir este tipo de basuritas que sólo inundan las cuentas de correo... pero eso si, son rete-tiernos ¿verdá?

Este tipo de correos o me causan náusea o me dan tanta flojera, que en verdad agradezco cuando veo que el subject del correo dice cosas como:

El amor es...
Regalos de la vida

El tren de la vida

Para no vivir en vano

Pasos para ser feliz

Hoy y siempre


Porque los borro inmediatamente. Claro, esta vez me dio curiosidad de ver por qué este remitente se había molestado en hacerme suspirar feliz por la mañana. Seguramente espera que se lo regrese...

Que horror.

Para nada, ese tipo de correos APESTAN. Y si al final de la soporífera animacioncita me encuentro una frase como las del tipo "Reenvía esto a 235 de tus mejores amigos, incluyéndome. Si no lo haces, es que no tienes corazón" en definitiva si considero bloquear definitivamente a ese contacto.

Lo que me llamó la atención fue que, más allá de que existan criaturitas que se dediquen a hacer ese tipo de correos, insertarle musiquita y animacioncitas con texto que suena como máquina de escribir taka-taka-taka-taka-taka el colmo, la apoteósis de la cursilería y el chabacanismo es que existan engendros que se dediquen a coleccionarlos y difundirlos:


Puaj. Que asco.

martes, julio 04, 2006

Acrofobia

Acabo de corroborar que, efectivamente, no puedo subir a un punto elevado más de 4 o 5 metros sin que sienta greña:





















Chale, es nefasto realmente... empecé con palpitaciones, mareos... sentí que el vacío me atraía.

No importa si había una barda o un barandal de protección:




























Corroboré lo que es sentir un temor absurdo, irracional, pero incontrolable.

Tenía que tomar unas fotos de ciertos edificios. Como podrán ver las fotos son pésimas, en todas sale la mitad de la azotea, pero es que no me pude asomar a menos de 2 metros. Snif.

Bueno, si pude... pero de espaldas solamente, sin ver al vacío.



















Está del NABO temerle a este tipo de pendejadas.