miércoles, junio 02, 2010

Acerca del día

Aunque no lo crean mi compi Beto es muy sabio.


Platicando con él ayer me hizo reflexionar en varias cosas.
Primera: Si tienes pedos con alguien, si has dañado o lastimado a alguien sin querer o a propósito siempre es buen momento para pedir disculpas y congraciarte de nuevo. Liberar la carga negativa, demostrar preocupación por la otra persona. Ve y discúlpate. No pierdes nada y ganas un chingo de paz.

Segunda: ¿Cómo andas por la vida? ¿La vives realmente o sólo la atraviesas? cuando uno ve a una persona que siempre trae prisa, que no se entretiene en tonterías como admirar un árbol, mirar a la gente, la calle, escudriñar a las personas (sobre todo a los niños), tomar notas mentales, disfrutar un baño sin pensar en nada más que en el instante de sentir el agua sobre el corpachón, lo mínimo que se me ocurre es que esa persona tiene otras cosas más importantes que hacer y por lo tanto se priva de sentir a plenitud y con todos los sentidos ese momento, se limita a cruzar por ese instante, puesto que tiene su mira en algún punto más relevante... la duda que me surge es... ¿Cuál podría ser ese punto? es decir... "perder" (entre comillas) 2 o 3 minutos en observar cómo se mueven las copas de los árboles no me va a hacer ni más ni menos, ni voy a llegar más tarde o más temprano a mi destino, es más: no voy a ganar más lana, ni me voy a hacer más sabio, ni más guapo (en el entendido de que ya no se podría más en mi caso)... Pero tampoco voy a perder nada.

Ya sé, ya sé... puede ser filosofía de esa que consigue uno en el mercado a 15 pesos el manojo, pero neta... hoy he escuchado con más atención el escándalo que hace un tordo al otro lado de la ventana que me separa del jardín.

Después de un par de minutos se quedó callado y casi me pude imaginar que la torda (oh, pues... la pájara a la que seguramente llamaba con ese escándalo) llegó volando, respondiendo a su llamado con un "¡Venga papito, así, así, ASÍ!" y posiblemente en este preciso momento estén haciendo su mejor esfuerzo para perpetuar su especie... Concluí que el pajarraco ese era todo un campeón... y logré terminar mis pendientes del trabajo. No perdí ni gané nada extra, a no ser que considere ganar ese momento en que se me ocurrió teclearlo, 8 minutos, a lo mucho. Pero eso sí, ahora cada que escuche a un bicho como el tordo hacer un escándalo para llamar a su pareja, me imaginaré más cosas.

Ejemplos como ese se me ocurren varios, y con gusto los postearía en este mismo tema. Pero tengo pensado cerrar mi compu en este preciso momento y salir a la calle, a disfrutar la calle en lo que llego a mi casa a comer, así que nos ve

No hay comentarios.: