Dos desconocidos

-Entonces... ¿me dirás quien eres?
-No
-¿Por qué no?
-Prefiero que me lo digas tú. Que lo descubras a diario
-Mmm, no se... ¿y si no me gusta lo que descubra?
-¿Por qué no te va a gustar? ¿dime?
-¡No lo sé!
-Hasta ahora te ha gustado, ¿no?
-Sí... hasta ahora todo me ha gustado... un momento, ¡momento!
-¿?
-Pues... ¡Llevo muy poco de conocerte!
-No es así. Bueno, sí es así, pero no del todo...
-No me confundas, ¡anoche soñé contigo! y no fue nada agradable...
-¿Anoche? Anoche la pasamos juntos, ¡sin dormir!
-¿Sin dormir? ¿no fue un sueño?
-Noo... ¿entonces no fue agradable para ti?
-¡Si lo fue! lo que no fue agradable fue pensar que fue un sueño... ¡fue increíble!
-¿En serio?
-¿Soy muy cursi?
-Contigo me encantan las cosas cursis
-Decía que tengo muy poco tiempo de conocerte...
-No es así. Eso pensamos, pero no es así.
-Entonces, ¿dónde estabas? ¿que hacías?
-Creciendo, mi niño... creciendo...
-Tal vez. Jajajajaja, como siempre, llegaste un poquito tarde, pero bueno, llegaste...
-No llegué tarde. Llegué en el preciso momento, mi niño
-¿Tu crees?
-Parece que va a llover...
-No importa. Saldremos y levantaremos la cara.
-Ok. Eso no lo conocía de ti... ¿ves? ¡yo también tengo muy poco de conocerte!
-No es así... parece que es poco tiempo, pero no es así...
-¡Eso lo dije yo primero!
-¡Ven! te conviene...
-¿Tu crees?
-¿Ves? Te falta aún mucho por conocer de mí.


FIN