lunes, septiembre 19, 2005

Aventuras en el Ritmo I

La Amenaza del Pollo

Hace algunos años viví en Mexicali, Capital de Baja California Norte (porque todavía hay algunos que piensan que la capital es Tijuana) cerquititita de la frontera. El chiste es que mientras andaba por allá haciéndole al "famoso".. de pronto nos quedamos viviendo casi 11 güeyes con sus viejas en una misma casa con sólo ¡3 recámaras! Parecíamos una comuna hippie, o algo por el estilo.

El caso es que teníamos un presupuesto semanal para comprar comida. Y como niños sanotes que somos lo gastábamos casi desde el fin de semana en cheves, cigarros, botanas y frascos de vino... Para después andar penando por un mísero Hot Dog (de esos que venden en los mini super) el resto de la semana.

Fernando "El Fino" (tecladista de la banda, luego les cuento de esta banda, por cierto, todo por partes) era más listo. Se conseguía viejas que le pagaran comidas, el cine, etc, etc. pero de todas maneras, aunque eran pocas las veces que comía en la casa también se quejaba a mitad de semana:

-No mamen! ya se acabaron de nuevo las galletas! chale y no hay sopas tampoco.
-Ps que quieres ue? tienes hambre? ahí en el refri hay un par de caguamas bien frías, son mías... te las presto. Nomás las repones luego.
-No mames, tengo HAMBRE, ue... no sed.
-Chale? si les falta un grado para ser bisteces! bueno, si no las quieres tons déjalas.
-Pinches ueyes, ¿les vale? ¿neta prefieren chupar?

Y los demás nos volteábamos a seguir viendo la tele, porque la respuesta ya la sabíamos.

Bueno, el caso es que llegó un día la Comadre Claudia. Una de esas viejas que se preocupan por uno aunque uno no se deje. Un buen día luego de ayudarnos un poquito (¡ejem!) a lavar algunos trastes o recoger algunos platos con comida de entre los sillones de la sala, nos dijo:

-No la chinguen, se gastan su lana semanal en puras pendejadas
-¿Eeh? ¡ah! mmm... ssiii? Bueno, lo que pasa es que aquí todo está carísimo
-¡Ni madres que! si quieren les puedo ayudar
-¿Tomas cheve?
-Neta, en serio, cabrones (es muy malhablada esta morra, pues) puedo ir a Imperial Valley, del otro lado, en Estados Unidos y traerles cajas de comida más baratas.
-Hmmm... ¡espera! (5 tipos viendo la tele) que ahorita Cristina está regañando a la vieja esa que le puso los cuernos al pendejo de su marido!
-Mta madre, ¿es en serio? bueno, pues fácil se pueden gastar la mitad de lo que gastan y les sobra para CHEVES, pero si no les interesa ok! Jódanse.

Lo que sí alcanzamos a oír, obvio, fue lo último.

Claro, le dimos la mitad solamente de nuestro presupuesto semanal. La Comadre nos trajo, entre muchas pendejadas, una lata de UN KILO de Catsup (¿a quién chingados se le ocurre? nos iba a traer COMIDA!) una enorme caja con pollo en piezas. Un madral de pollo. Tengo que anotar que, aparte de todo, el pollo en EU viene como si le hubieran aplicado una dieta rica en esteroides y aminoácidos... Y nos costó una baba, eso sí.

Entonces, nuestro ingenio, originalidad y experiencia culinaria entró en acción:

Lunes----------------Caldo de Pollo (yomi, yomi)
Martes---------------Flautas de carne de Pollo deshebrada
Miércoles-------------El sivoli y su sra. se aventaron un flamante mole (de esos que vienen en vasito)
Jueves----------------Pollo Crujiente con mostaza (la combinación es excelente)
Viernes---------------Guiso de Pollo Adobado (o algo así... raro, en verdad raro, de aspecto amenazador, pero rico)

Para estas alturas ya no creíamos que el pollo fuera nuestra salvación como dieta...

Sábado----------------Ensalada con... adivinaron! Pollo
Domingo--------------Puaj!
Siguiente Lunes-------Chin...
Siguiente Martes------Pollo con Rajas de Chile
Siguiente Miércoles---Sin palabras
Siguiente Jueves-----Ídem

Etc.

Nos hartamos del pinche pollo.

Alguna vez abrimos de nuevo el congelador, sacábamos una o dos piezas, si no había nada para comer y las preparábamos, pero cada vez abríamos esa puertita menos veces. Lo más grave fue que nos privó de un gran espacio para enfriar "ballenas" (así le dicen a las cervezas familiares por allá). Algunos como "El Fino" volvieron a recurrir a sus amigas para gorrear las comidas. En el mini super, nos recibieron con júbilo cuando regresamos a pedir Hot Dogs. "Ha vuelto mi hijo pródigo!, porque estaba perdido y ha sido encontrado!" bla, bla, bla.

Y bueno, la pinche caja enorme que teníamos en el congelador no se terminó nunca. No sabíamos entonces, pero empezaba a abatirse sobre nosotros una oscura maldición...

Así que abandonamos el plan de mi Comadre Claudia, la mandamos de manera democrática, muy amablemente y con toda decencia a la chingada con sus propuestas y decidimos abastecernos de otras pendejadas para comer y harta cheve para soportar las náuseas de recordar cualquier platillo preparado con pollo.

¿Qué fue de la cajota? A ver... hummm... Se quedó un par se semanas más (creo, no sé si fueron tres) en el congelador de la cocina. Ha de haber tenido todavía la mitad pero decidimos no acordarnos de ella nunca más. Pinche pollo, la verdad es que sí me gustaba, bastante, pero gracias a esas dosis que me administré la verdad es que terminé odiándolo por aquellas fechas.

Después, tiempo después... Vendría la pesadilla.

SALTO A LA PARTE II

3 comentarios:

TheMexicanSniper dijo...

Hay carnal que bonita es la vida de soltero con todos y sus hambreadas y esas pedas sinfin. saludotesssss carnal

Anónimo dijo...

Apoyo la moción del compañero...el fino... Fue un exelente inercambio culinario... un saludo a la sucursal SODOMA Y GOMORRA y toda la gente de esa epoca de oro...


ATTE:Beto

Anónimo dijo...

Ya acaba la historia che compadre