Parece como en medio de una bruma densa, pero hace ocho años que tecleé mi primer post aquí. Eso fue en 2005. En aquél entonces escribía sobre casi cualquier cosa. Mi blog se había convertido en mi reducto para expresar aquellas cosas que de diario no podía decir: mis quejas, mis lloriqueos, o cualquier babosada que llegaba a emocionarme. Tal vez nunca fue muy bueno, pero le vi muchas posibilidades. Y seguí escribiendo. También lo utilicé para narrar algunas historias de lo que ha sido mi vida.
En esos días leía a El Huevo, a Guffo, a Rox, a Salaverga, al negro Caníbal, al buen Semidios, a Control Zape, a Ingrid, al Zórpilo, al maestro Kabeza y sus monigotes, al NEB, al Autor, a Mulder… y un enorme etcétera. Pura banda escritora. Y me di cuenta de que era algo que me gustaría hacer, porque ya desde hace mucho me gustaba contar historias.
En esos años tener un blog respetable costaba algo de trabajo, había un montón de bloggueros por todos lados y uno tenía que aplicarse a descubrir los textos que de verdad interesaban. Aprendías a separar la paja de lo bueno. Y aunque muchos se enfrascaron en la contienda de convertirse en blogstars, a mí la verdad es que me valió madre, porque me llegaban historias, estilos, cuentos, bromas, bote-prontos a montones. Dejé la carrera de blogstars a los demás.
Algunos de los autores de mi blogroll eran simplemente geniales y parecía que nada ni nadie los iba a silenciar nunca (como al buen Guffo, que para mi gusto ha sido el más constante), otros de pronto guardaban silencio durante meses y de pronto volvían a surgir renovados, con nuevas historias, anécdotas, debrayes y textos que definitivamente me llenaban de letras la cabeza.
Muchos simplemente desaparecieron, o migraron a twitter y facebook. Así es la vida. Aún recuerdo que a muchos «los conocí» en otro formato de conversación que entonces reinaba: los foros de discusión. Anduve un rato en Forinautas, en El Foro Sin Nombre, en El Foro, y conocia a muchos escritores… A un par de ellos los conocí en persona. De eso hace mucho rato ya.
Así que curiosamente hoy en este momento estoy escuchando a Botellita de Jerez, a quienes coincidentemente escuchaba en esos años… y precisamente estaba escuchando «Niña de mis ojos» cuando recordé «¡Achis? yo tenía un blog que creo que empecé hace un chingo en el mes de agosto!» Y héme aquí, revisando archivos y echando una sonrisa de vez en cuando. Recordando. Algunos de mis posts me dan pena, otros me hacen reír y otros me vuelven a hacer enojar.
Ocho años. Ocho años escribiendo aquí. Sumar tiempo no es sumar amor, pero la he pasado bien… De pronto me canso, o me da flojera, a veces no hay mucho que decir, y algunos días está uno que no encuentra la manera de contar por el gusto de contar… y si se dan una vueltecita por algunos de mis posts verán que aquí he narrado cosas importantes de mi vida. Algunas no lo serán tanto, pero si les parece celebraré los ocho años de este cuchitril re-posteando algunos de los textos que más me han divertido a mí. Si no les late, va una disculpa, porque a fin de cuentas, es mi blog y hago en él lo que se me da la gana :)
Empecemos por este, lo publiqué hace dos años:
http://sivoli.blogspot.mx/2011/12/historia-de-una-fuga.html
Por cierto, pronto escribiré una pequeña serie de textos que he tenido en mente desde hace un buen rato, así que si tienen chance dénse una vuelta por este viejo blog de vez en cuando para saludar. Aunque ya no dejen su comentario, snif.
…Y feliz cumpleaños a mi blog.
1 comentario:
PA eso son los blgs, personales, chingao. Para hacer lo que al autor se le de la gana.
¡¡Pues ocho abrazos!! me acuerdo que alguna vez llegaste a casa del Huevo con perros y niños.
¡Cuánto ha cambiado todo desde entonces!(sigh)
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