jueves, enero 27, 2011

Post Raro

Hoy vi el facebook de un amigo que formó parte de una banda que tuve y falleció el año pasado.

La cuenta sigue activa.

Amigos y parientes continúan entrando ahí para darle saludos, dedicarle rolas, recordarlo, comentarle las peripecias de sus días, reclamarle su ausencia, pedir consejo.

No puedo evitar pensar en un cementerio. En un espacio callado, callado donde sólo los demás hablamos, y al mismo tiempo en una presencia. A pesar de que no soy afecto a hablar de esos temas no puedo dejar de pensarlo.

¿Qué sucede con el buzón de voz de un celular de alguien que ha muerto? Es como si ahora, aparte del recuerdo que uno pueda tener del compa que se fue, de las canciones que quedaron registradas, de las aventuras y peleas, de los viajes, las borracheras y los momentos de angustia y esperanza, le agregáramos el de una presencia que no se va. Una presencia que muchos se empeñan en conservar evidente.

Pienso en mi amigo, en su familia, en sus amigos, en su hijo.

Recuerdo que su mamá una vez nos llevó desde San Luis hasta Mexicali un paquete de enchiladas potosinas con todo su cariño. Pensando tal vez mientras viajaba, en llegar y prepararlas para que su hijo las compartiera feliz con la banda.

Las enchiladas no soportaron el viaje de tres días en autobús, así que cuando incrédulos abrimos el paquete las vimos echadas a perder. Creo que nadie se atrevió a tocarlas siquiera.

Ese día Fernando fue blanco de burlas e ironías enviadas con mucho afecto por parte de nosotros, pues el gesto de su madre nos conmovió a todos. ¡Miren que viajar a través del país para ver a su retoño y llevarle unas enchiladas! Fernando ya tenía varios días callado, meditabundo y algo melancólico, por lo que la llegada de su mamá a nuestra guarida en Mexicali debió ser un verdadero bálsamo. Incluso nos compartió un poco de su mami a los demás que ya extrañábamos a las propias. Por más que tratamos de encadenarla para evitarlo, la señora se empeñó en hacer una cena y al día siguiente una comida.

Aunque ahora que lo recuerdo mejor, tal vez no fuimos lo suficientemente estrictos con ella a propósito. La dejamos ser. Nos dejamos llevar.

Como sea, al ver su facebook hoy no pude evitar sentir algo extraño. No lo recordaba, pero aún tengo su contacto en messenger. No me había puesto a pensar que tengo un contacto offline que así seguirá pase lo que pase. Está offline de la vida, pero está activo en facebook. Es extraño. No puedo dejar de meditarlo.



Ay, carnalito.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Es triste! pero lindo muy lindo recordarlo de esta forma.. es tambien como cuando alguien de tu propia familia se te va... y continuas guardando sus cosas tal y como las dejo. Resulta ser algo muy doloroso tener todo lo que te lo recuerda, pero es aun mas doloroso deshacerte de ellas...Los recuerdos son como apretones en el alma.
saludos intenso. Me encanta que escribas!! continúa haciéndolo!

Sivoli dijo...

Chelita, muchas gracias. Saludos!

Anónimo dijo...

siiiiiiii escribeeee ya se que eres un hombre muy atareado pero eres un niño con tantos contrastes, eres tierno, loco, sarcástico, y lo mejor de todo es que sabes expresar muy bien todas esas fases tuyas...
porfaaa no nos abandones tanto!!

Ely

Sivoli dijo...

Ely?

Anónimo dijo...

si Ely!! jojo

Anónimo dijo...

loquillo me tienes en suspensoo!!! ah perdón don sivoli!!! je

Anónimo dijo...

TE A.M.O ESCRIBANO