jueves, noviembre 16, 2006

Uso correcto del lenguaje

Ayer leía en una revista bastante buena (algarabía) un artículo de Silvia Peña Alfaro acerca del uso correcto e incorrecto del lenguaje, de los derechos y obligaciones que tenemos al usar el castellano y otros conceptos relacionados.

Me llamó la atención algo que me resulta congruente: Mucha gente piensa que usar groserías o palabras altisonantes es abusar del lenguaje, usarlo de manera irreverente, violentarlo. Es por eso que para muchos resulta incorrecto decir "me tienes hasta la madre" en lugar de usar un correctísimo "me tienes harto" o, por lo menos "me tienes hasta el copete". Utilizar palabras altisonantes o groserías refleja más bien una transgresión a alguna norma social. Evidencian más un estado de ánimo y reflejan sensaciones como enojo, alegría, placer que otras palabras más neutras simplemente no trasmiten.

Sucede parecido cuando entre las personas se corrigen cuando alguien dice pompis en lugar de nalgas, incluso hay algunos que optan por decir culo, alegando que los españoles o argentinos sí se atreven a nombrar las cosas por su nombre. Un culo es un culo, dicen y pompis es un eufemismo bastante mamerto y pomadoso. El chiste es que hay un vocabulario estándar y otro que no lo es, aunque no por eso signifique que sea incorrecto o no deba de usarse. ¡Qué diferencia tan grande hay entre decir tetas o referirse a ellas como bubis!

A mí si me ha pasado que no encuentro mejores palabras para decir cosas como "¡mmmta madre!" o "¡no maammeeees güey!", es obvio que esta última no se compararía con un "¡cómo crees!" o un fresísima "¡no inventes!" no, no, no...

Es muy diferente, por ejemplo, estar molesto, a estar emputado. Hay una gran diferencia cuando al describir cantidades de personas se dice "había mucha gente" o "había un madral de gente" y es muy, muuuy diferente decir "había un chingo de gente" o más aún "había un chingomadral de gente", simplemente no es lo mismo.

Tampoco podría decirle sinceramente a alguien que nomás está chingando (ojo, no molestando, este ya se pasó de la raya) que me haga el enorme favor de acudir a importunar a su progenitora... creo que se quedaría más de la mitad de la intención en el aire. Vacía. Inerte. Solitaria. Abandonada. Snif. El perro de azotea, el Víctor Hernández, por ejemplo, entrega otro significado a esta frase cuando invita a alguien a que vaya y RECHINGUE A SU PUTISIMA ARRABALERA CONGALERA BICHOLERA TORTILLERA Y NUNCABIENATORADA MADRE.

Simplemente es más clara, más específica, más amplia. (la expresión, no la madre... bueno, no... la madre del Víctor sí es bastante amplia)


Prefiero también decir que fulanita está "bien buena" a decir que "es atractiva"... es más, creo que si digo de fulanita que "está a toda madre", "aguanta" o "está chida"... se comprende mejor.


(Por cierto, Fulanita... neta que si estás chida, me cae. Sí aguantas.)

Confieso que me he pasado buenos ratos "corrigiendo" a gente que dice mal algunas cosas o que no las dice por temor a expresarse mal... también me ha tocado toparme con raza que me corrige a mí y hasta una lista de sinónimos y antónimos me sugiere para manifestar mi idea... y reconozco que es de hueva hacerlo, me gustaría ser ambas opciones: más correcto al expresarme y también más alivianado y relax cuando echo choros como este.

Creo que este tema da para mucho más, pero ahorita no hay mucho tiempo para escribir rollos más extensos, ejemplos hay muchos, experiencias muchas más... Pero supongo que será en otra ocasión.


Ya me voy. Luego le seguimos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el post, felicitaciones desde Colombia!

Sivoli dijo...

Gracias por el comentario! saludos hasta Colombia! sí señor!

Anónimo dijo...

Buen articulo, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)