viernes, noviembre 11, 2005

Joaquín












Bueno, de entre todas las mascotas que uno pudiera llegar a tener, Joaquín me escogió a mí para que le pusiera croquetas en su plato, lo cuide y saque a la calle con una correa, para poder levantar la pata en cada árbol y poste que se encuentre. Dicen que así se reconocen entre perros, saben si es macho o hembra y saben también cada cuando pasó el otro bicho por ese lugar.

A veces ve un perro por la calle, y sin importar su tamaño o aspecto, se desespera y se jalonea como loco, para luego seguir husmeando los rincones de las calles. Obvio, yo no lo saqué a pasear... hasta ese momento es que me doy cuenta. El que manda es él.

Al volver a casa, le quito la correa y de cierta manera me agradece que lo haya sacado a dejar su huella, se le nota en los ojos. El agradecimiento.
Dicen que los perros son mascotas estúpidas y que no se comparan con la inteligencia de un gato. Podrá ser. Pero para mí los gatos son bolas de pelo, huraños, enigmáticos, aciagos, quizá. No me interesa que me adopte un gato. Tienen demasiada personalidad y no tolero rivales demandantes, ni que me molesten porque quieren salir a la azotea.

Joaquín puede resultar predecible. No importa. De vez en cuando le hablo, y llega corriendo a que le aviente su pelota. Es un juego bastante estúpido eso de aventársela mínimo unas 20 veces para que corra todo emocionado, gruñendo y me la traiga de regreso exigiéndome que vuelva a arrojarla. Salta, se retuerce y gime cuando dejo de hacerlo, pero cuando me aburro dejo la pelota en el suelo y me voy a mi cuarto. Joaquín la ve, la huele, voltea a verme y le digo "¡Ya me cansé güey! ¡vete a tu cama!", entonces hace un último intento, se levanta de manitas y gime desconsolado ante mi súbito abandono. Cuando se da cuanta de que en realidad lo estoy ignorando entonces es que se pone en 4 patas y se va a su cobija.

La cobija de Joaquín era mía antes. Pero se la di para poder moverlo de mi cuarto. Siguió el trapo hasta donde se lo puse y ahora es su cama. En esa cama se recuesta nadamás un ratito durante la tarde, y duerme también en ratitos por la noche, cuando no anda husmeando por ahí. Joaquín definitivamente es un "husmeador". Todo lo huele más de tres veces, a veces se me queda viendo después de oler su comida... la mira... la huele... voltea a verme... inclina su cabeza de esa manera tan característica que tienen los de su especie, como si al verme no comprendiera lo que tiene enfrente... luego baja la cabeza hacia su plato... lo husmea de nuevo... para voltear a verme de nuevo. Si no me moviera para irme seguiría ahí repitiendo lo mismo una y otra vez sin comer.

Cuando llego a casa me recibe como si hubieran pasado meses enteros, salta, da vueltas y se para recargándose en mi, mientras me olfatea atentoa ver si descubre dónde anduve el día de hoy. Cuando lo saludo se agacha y se va. Es una rutina de bienvenida muy sencilla, pero de cosas sencillas está hecha esta vida. Joaquín ya lo sabía desde hace mucho.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

ni hablar, eso de las mascotas me llega al corazon, definitivamente son animalitos sin malicia y lo unico que quieren es un simple gesto de cariño. en mi caso te dire amigo, que cuento con tres lintos gatitos, que te puedo decir, sin animalitos que les gusta que los respenten. Por ejemplo, cuando voy subiendo las escaleras, NIna(que en realidad es NINO) si siquirea se mueve para dejarme pasar, al contrario, tengfo que pedirle permiso para pasar, y como todo animalito inteligente, voltea, me ve, y se retira de mi camino.... Y ni hablar de los otros dos gatitos (que duermen afuera) muy puntualitos a las 8 de la mañana hacen fila en mi puerta para recibir su desayuno,,,,, sera que me aprecian? ... o me habran visto la cara.... en fin.. por cierto, nunca te has preguntado si en realidad cuando jugamos a le pelotota con ellos, somos nosotros los que jugamos con ellos? o seran ellos los que juegan con nosotrosss??????? mmmmmm

Sivoli dijo...

Los bichos son los que juegan con nosotros... Ya me di cuenta que Joaquín me hace aventar la bola...

Mario dijo...

Oiga sr, ¿que tal salen esos perrillos? Mi novia esta jode y jode que quiere un sal y pimienta ... me han dicho que esos perros son demasiado inquietos ... ¿que me puede decir a favor u en contra?

saludos!
Mario

Sivoli dijo...

Si son inquietos, pero tolerables... son una botana, continuamente están pidiendo que uno los apapache, claro que me dura el gusto unos minutos... luego le doy una patada y se va.

Si te los recomiendo. Pero no les cortes las orejas... se ven mas botanas así... Estética mis huevos...

Jajaja, al Joaquín lo llevé a casa del Huevo http://elhuevo.blogspot.com

y se cagó en su baño, jajaja ...

Gus Santos dijo...

ya se que no esta bien pretender mucho de un perro pero, si animo de ofender a nadie, joaquin, por lo leido aqui, es como cualquier otro perro.

si por lo menos recojiera el pediodico...

Sivoli dijo...

Pues lo intenté... pero no quiso recoger nada... Ya ves, ni siquiera recogió su caca del baño del Huevo.

Por eso es diferente. Recoger periódicos lo haría un perro común y corriente.