martes, marzo 11, 2008

Regiomontano

Con la persistencia que sólo los regiomontanos tienen,
Cruz se enfrentaba aquella tarde a una entrevista más
para intentar conseguir un empleo.
Llegando a la oficina que le indicaron,
frente al entrevistador,
esto fue lo que sucedió:

-¿Cuál fue su ultimo salario?
- Salario mínimo - responde Cruz.
- Ah ¡si? ¡vaya! pues me alegra informarle
que si usted es contratado por nosotros,
su salario será de $70,000 por mes.
- ?¿?¿?¿¿Neta...?
- ¡Por supuesto!... Y dígame, ¿que carro tiene usted?
- La verdad es que yo tengo un carrito
para vender elotes en la calle,
y una carretilla para transportar escombros...
- Entonces, sepa que si usted viene a trabajar con nosotros,
inmediatamente,le daremos un BMW convertible último modelo,
y un Audi A6 para uso de su esposa, ambos cero kilómetros.
¡Ah! y la gasolina la paga nuestra empresa, por supuesto.

- ¿Neeetaaa...?

Cruz no lo podía creer. Así.

- Si señor!. ¿Usted viaja con frecuencia al exterior?
- Verá usted, maistro... lo más lejos que yo viajé,
fue a Doctor Arroyo, a visitar a unos parientes.
- Pues si usted trabaja aquí, viajará por lo menos
10 veces por año, con agendas entre París, Londres,
Roma, Mónaco, New York, Moscú... entre otros países.
- ¿Neta...?
- Es como le digo, señor Cruz...
y le digo más: ¡el empleo es casi suyo!.
No puedo confirmarle 100% ahora,
porque tengo que cumplir un requisito
de informarle antes a mi Gerente,
¡pero está casi garantizado!.
Si hasta mañana viernes, a las 12:00 de la noche,
usted no ha recibido un telegrama de nuestra empresa
cancelando todo el proceso, significa que
¡puede venir a trabajar el lunes a las 8:00 de la mañana...!

¡Imagínense!Cruz salió radiante de la oficina!.
Ahora era sólo esperar hasta la medianoche del viernes,
y rezar para que no apareciera ningún maldito telegrama.

Al día siguiente todo era optimismo...
no podía haber existido un viernes más feliz que aquél.
Cruz reunió a toda la familia y es contó las buenas nuevas.
Después convocó al barrio entero, y les informó que estaba
comenzando un asado gigante, con música al vivo
y bebidas para todos los gustos, al cual estaban todos invitados.

Cuando fueron las 5:00 de la tarde, ya se habían consumido
varios barriles de cerveza
y muchos kilos de carne asada al carbón.
Conforme avanzaba el día, más personas llegaban
y la alegría desbordaba.
A las 9:00 de la noche el barrio estaba extasiado y la fiesta hervía.
La banda de música tocaba sin parar en tarimas improvisadas,
el pueblo bailaba y comía, mientras la bebida rodaba sin cesar.
A las 10:00 de la noche la mujer de Cruz empezó a preocuparse,
pues le parecía que aquello ya era demasiada exageración...
pero todo continuaba.
La vecina buenota, la apetecida del barrio,
ya comenzaba a bailar descarado y a apretarse contra Cruz,
haciéndole descarados coqueteos...

La banda seguía tocando, el volumen aumentaba,
¡La cerveza corría por litros!,
el pueblo bailaba desaforado, la carne humeaba en las parrillas
y era consumida en enormes cantidades...

A las 11:00 de la noche ¡Cruz ya era el rey del barrio!

Las cuentas de gastos, para divertir
y para llenar la barriga del pueblo,
a esas alturas ya sumaban cifras gigantes...
¡pero que importa! ¡todo sería por cuenta del primer salario!.
La mujer de Cruz seguía medio afligida, medio preocupada,
medio celosa, medio resignada, medio alegre,
medio boba y medio asustada.

Once horas y cincuenta y tres minutos... y doblando la esquina,
al final de la calle, aparece de pronto
un motociclista vuelto loco, entrando en la calle de la fiesta
a toda velocidad y tocando insistentemente el pito de la moto.

¡¡¡Era el cartero...!!!

La fiesta paró en un segundo... La banda se detuvo al unísono...
El primo de Cruz se atragantó con una papa...
Un borracho eructó...
un perro comenzó a aullar...
¡¡¡ Dios mío... !!!.... ¿Y ahora quién va a pagar
la cuenta de esta fiesta?
'Pobrecito Cruz...!!!, era la frase que la multitud murmuraba,
y se repetían unos a otros.

Tiraron unos baldes de agua encima de las parrillas
de la carne, y hasta los carbones humeantes parecían llorar.
Desconectaron los refrigeradores que contenían
los barriles de cerveza.
Los músicos se bajaron de la tarima.
La mujer de Cruz se desmayó cuando la moto del correo
paró frente a su casa, y preguntó:

- ¿Señor Cruz Treviño Martínez de la Garza?
- Si, si... si se... si señor... soy... soy yo...

La multitud no resistió más.

Un 'Oooohhhh' apesadumbrado se escuchó en todos los alrededores.
Algunos comenzaron a recoger sus cosas
para retirarse a sus casas.
Mujeres lloraban abrazadas.
Los hombres se daban palmaditas de consuelo
en los hombros, los unos a los otros.
El mejor amigo de Cruz estrellaba repetidamente
su cabeza contra la pared.
La vecina buenota se componía la falda y se arreglaba el cabello.

- ¡Telegrama para usted...!
Cruz no lo podía creer. ¡Sencillamente era increíble!
Oh, ¡Destino cruel que se ensañaba con él!

Agarró el telegrama con sus manos temblorosas
y con los ojos llenos de lágrimas.
Irguió la cabeza y miro con valentía y tristeza
a toda la multitud que aguardaba expectante.

Un silencio total se apoderó del barrio...

Respiró profundo y comenzó a abrir el telegrama.
Sus manos temblaban y una lágrima se deslizó furtiva,
cayendo sobre el pavimento.
Miró de nuevo a todos los que hacia minutos lo idolatraban;
todo era consternación general.

Logró sacar el telegrama del sobre,
lo abrió y comenzó a leer en silencio.

El pueblo aguardaba en silencio y se preguntaba:
¿Y ahora quien va a pagar toda esta cuenta?
Cruz comenzó a leer el telegrama.
A medida que lo hacia, su rostro cambiaba de expresión
y fue quedando muy, muy serio.

Terminó su lectura y se quedo abstraído,
mirando hacia la nada.
Levantó de nuevo el papel y volvió a leerlo.
Al final dejó caer los brazos a los lados,
levantó lentamente la cabeza,
sacó el pecho y miró al pueblo
que lo esperaba con el alma en un hilo.

Entonces... ¡qué extraño! ¡una sonrisa comenzó a dibujarse
lentamente en el rostro de Cruz!.
En ese momento comenzó a saltar, a aullar de felicidad,
brincando como un niño, abrazándose con los que estaban a su lado
en la mayor demostración de felicidad vista,
mientras gritaba eufórico:

- ¡¡¡¡¡Se murió mi Amá....!!!!!
¡¡¡¡Raza , .........
Nomás se murió mi amá !!!!!! ¡¡¡¡¡¡
NO HAY PEDOOOOOOO!!!!!!!!!!!!

No hay comentarios.: