jueves, febrero 21, 2008

Turirurituriruri

Parecía que este iba a ser un día común y corriente. Uno más de esos que a veces pasan sin notarse.


Chequen bien esta foto, algo hay que no debería de estar...













(click en las imágenes para agrandar)



¿Notaron algo?

No sabría explicarlo. Neta. ¡No se como sucedió!

¿Lo ven? A ver quien descubre lo que pasó...


Hoy llegué tarde de nuevo a esta oficina.

Bah, fueron 7 minutos nada más.




Así que encendí algunas computadoras y de pronto...


¿Ya lo vieron? ok, va otra oportunidad... Acerquémonos un poquito.




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¿Ya?

Tuve que hacer acopio de mi fuerza de voluntad y mi temeridad para afrontarlo. Estaba asustado, enojado, temeroso, pero dispuesto a todo.


A ver, otra oportunidad..

la última,

les doy una ayudadita,

porque ya vi que están ciegos:















¿Cómo entró? No lo se.
¿Qué buscaba? no me importa.

Obvio, mis tres lectores constantes sabrán bien que los gatos no son compatibles conmigo.

No me gustan, me ponen nervioso y su temperamento me molesta.

Pero tampoco me iba a acercar a esta fiera para desafiarlo a que dejara la oficina. No, no, no.
















Echen una miradita a esos ojos de kamikaze. Parecía un suicida iraquense dispuesto a todo. Su fiereza y crueldad sin límites se reflejan en esas dos chispas malignas.

Su cola se enrosca lentamente, como serpiente al acecho, esperando el tiempo que sea necesario, hasta que uno se descuide para meterle un zarpazo en el culo.

Aunque me controlé y pude hacer uso de mi sangre fría, el bicho si causó el horror y la histeria en algunos compañeros:


















Hasta un viejo cuadro que tenemos aquí cerca resultó afectado, ¿no me creen?

compruébenlo ustedes mismos:
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Y no era para menos, el bicho no se quería salir... corría de un lado a otro, profiriendo espantosos maullidos que aún en estos momentos recuerdo y hacen que me den escalofríos.

Pensé en el Junior, el perro que tenemos en la casa... el Junior podría ser el indicado para acabar con esta bestia innominable...

Junior...
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Junior...
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Chale.

Creo que mejor busco otras opciones, el Junior estaba en su siesta mañanera.



Dejé abierta la puerta.

El bicho anduvo rondando un rato más y por fin se fue, pero se que regresará.

Algún día.

Y espero estar preparado.

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