Creo que estoy a punto de cumplir un año y medio (o mínimo uno) sin enfermarme de gripe. Si no es que más. Prometí no enfermarme.
Es una enfermedad que odio. Cuando me ha dado me deja hecho pedazos. Pero tiene tiempo que me he comprometido a no contagiarme.
Simplemente no me da. No quiero que me de.
Hoy por la mañana acabo de ver a una amiga (ya entrada en años): Los ojos congestionados, llorosos, la nariz roja... hablaba arrastrando un poco las palabras, cuando respiraba se le escuchaba un leve siseo. Llevaba una bufanda al cuello y una gruesa chamarra que casi la cubre de pies a cabeza.
La saludé sin tener contacto con ella. Que horror... está enferma. Le pregunto ¿cómo estás? y me responde con una sonrisa enorme en la cara "¡Bien! ¡estrenando una gripe!", se me congela la sonrisa y al momento brinco hacia atrás discretamente, le hago dos o tres comentarios y me despido de ella. De lejitos.
Bueno, prometí no enfermarme.
Regreso luego, voy a lavarme las manos.
martes, septiembre 26, 2006
miércoles, septiembre 20, 2006
Raza Maldita
Deseo dedicar estas breves líneas a esos infelices HDP que son los taxistas.
No se si a mis tres lectores (gracias Autor) les pase igual que a mí, pero creo que es muy justo hablar de estos perros como se lo merecen.
Aquí, en PuebloQuieto son una Raza Maldita.
Me explico: Si andas buscando la peor escoria del planeta no des más vueltas, están todos en San Luis Potosí.
Comenzaré por contarles que una vez que tuve que usar el servicio de uno de estos orcos fue nefasto, el güey manejaba como si trajera un cohete insertado en su trasero. Cuando "se le atravesó" el sexto carro (porque le tocaba la luz verde) este neardenthal sonó el claxon, sacó la mano pintando dedo y le mentó la madre para luego comentarme furioso "¿Qué no ve que soy de servicio público? ¡Pinche vieja pendeja!" Le pedí que me dejara en la esquina cuando ya no lo pude soportar, el güey le aceleraba como si estuviera en un circuito de carreras mientras iba tecleando mensajes en su celular, y con la otra mano sujetaba el radio para ir albureando a sus compas... el cabroncito casi hace que le de un infarto a una viejita que de pronto recuperó la elasticidad y velocidad de sus años mozos para tratar de salvarse de este cafre. La ruquita saltó como una gacela, neta.
En otra ocasión me subí a un taxi, para ir escuchando al chufa con sus piropos guarros por la calle... Pasó una güera que estaba bastante bien y el güey casi se baja del taxi dejándome enmedio del tráfico embotellado. Ahora que, según el, por ser taxista las viejas "le llovían", porque lo encontraban "más interesante".
Orangután-Taxista: Pinches viejas, pobrecitas, la neta es que me dan pena
Sivoli: ¿Uh? ¿y eso?
Orangután-Taxista: Pos es que dan risa, pobres, se las dan de muy listas y todas son unas pendejas, por ejemplo mi vieja, que cree que ahorita estoy en la casa dormido.
Sivoli: Ah si?
Orangután-Taxista: Simón, y para nada!... si traigo sueño, pero es que voy a ir a casa de una doñita, que requiere que "le cheque el aceite", jajaja
Sivoli: Ah, tu novia o algo así?
Orangután-Taxista: Mi nalga, más bien... bueno, una de tantas... honestamente, no tengo por que mentirte si ni te conozco (¡wow! ¡argumento irrefutable!) pero la neta es que traigo un buen de viejas y todo se lo debo al carrito
Sivoli: Al carrito...
Orangután-Taxista: Al taxi pues... ! yo pensaba que era broma, pero la neta es que si llueven viejas por andar en esto
Sivoli: Ahhh, si? pero... ¿cómo puede ser?
Orangután-Taxista: No se, pues igual y es que "andan urgidas" o sus maridos no las pelan por la chamba, pero a veces subo a unas que están bien chidas y pues luego luego a averiguar si les urge una buena repasada
Sivoli: jajajajaja
Orangután-Taxista: ¡Neta, yo me aplico donde los maridos desperdician la mercancía!
Sivoli: Y... ¿cuántas traes entonces?
Orangután-Taxista: Pos mira, contando a la que me aventé anoche... mmm... deja ver... ora verás... y sin contar a mi vieja... mmm... jaja, no me vas a creer pero no me acuerdo! a ver, Luisa la secretaria del consultorio fulano, Laura la del super, una cocinera del restaurant mengano... no... son muchas no las recuerdo a todas, pero fácil unas 8 o 10 al mismo tiempo...
Sivoli: ¿¿8 o 10 al mismo tiempo?? y tu esposa... serían 9 a las que "les checas el aceite"??
Orangután-Taxista: Así es... jajaja, así es, mi estimado, para todas tengo, jajaja... ¡pinches viejas! como las quiero...
Sivoli: Uuy, pues entonces si estás cotizado...
Orangután-Taxista: pues más o menos... no seré un galán, pero tengo lo mío. A las viejas les gusta más que uno tenga personalidad, ¿sabías?
El güey escupió por la ventana, le hizo "psst!" a una gorda que pasó por delante, (Luego le gritó "Apaaachurrrooo! mamacita! préeestaalaaasss!!") se escarbó entre los dientes con las uñas y le subió a las cumbias en el estéreo.
Yo preferí ya no decir nada.
No se si a mis tres lectores (gracias Autor) les pase igual que a mí, pero creo que es muy justo hablar de estos perros como se lo merecen.
Aquí, en PuebloQuieto son una Raza Maldita.
Me explico: Si andas buscando la peor escoria del planeta no des más vueltas, están todos en San Luis Potosí.
Comenzaré por contarles que una vez que tuve que usar el servicio de uno de estos orcos fue nefasto, el güey manejaba como si trajera un cohete insertado en su trasero. Cuando "se le atravesó" el sexto carro (porque le tocaba la luz verde) este neardenthal sonó el claxon, sacó la mano pintando dedo y le mentó la madre para luego comentarme furioso "¿Qué no ve que soy de servicio público? ¡Pinche vieja pendeja!" Le pedí que me dejara en la esquina cuando ya no lo pude soportar, el güey le aceleraba como si estuviera en un circuito de carreras mientras iba tecleando mensajes en su celular, y con la otra mano sujetaba el radio para ir albureando a sus compas... el cabroncito casi hace que le de un infarto a una viejita que de pronto recuperó la elasticidad y velocidad de sus años mozos para tratar de salvarse de este cafre. La ruquita saltó como una gacela, neta.
En otra ocasión me subí a un taxi, para ir escuchando al chufa con sus piropos guarros por la calle... Pasó una güera que estaba bastante bien y el güey casi se baja del taxi dejándome enmedio del tráfico embotellado. Ahora que, según el, por ser taxista las viejas "le llovían", porque lo encontraban "más interesante".
Orangután-Taxista: Pinches viejas, pobrecitas, la neta es que me dan pena
Sivoli: ¿Uh? ¿y eso?
Orangután-Taxista: Pos es que dan risa, pobres, se las dan de muy listas y todas son unas pendejas, por ejemplo mi vieja, que cree que ahorita estoy en la casa dormido.
Sivoli: Ah si?
Orangután-Taxista: Simón, y para nada!... si traigo sueño, pero es que voy a ir a casa de una doñita, que requiere que "le cheque el aceite", jajaja
Sivoli: Ah, tu novia o algo así?
Orangután-Taxista: Mi nalga, más bien... bueno, una de tantas... honestamente, no tengo por que mentirte si ni te conozco (¡wow! ¡argumento irrefutable!) pero la neta es que traigo un buen de viejas y todo se lo debo al carrito
Sivoli: Al carrito...
Orangután-Taxista: Al taxi pues... ! yo pensaba que era broma, pero la neta es que si llueven viejas por andar en esto
Sivoli: Ahhh, si? pero... ¿cómo puede ser?
Orangután-Taxista: No se, pues igual y es que "andan urgidas" o sus maridos no las pelan por la chamba, pero a veces subo a unas que están bien chidas y pues luego luego a averiguar si les urge una buena repasada
Sivoli: jajajajaja
Orangután-Taxista: ¡Neta, yo me aplico donde los maridos desperdician la mercancía!
Sivoli: Y... ¿cuántas traes entonces?
Orangután-Taxista: Pos mira, contando a la que me aventé anoche... mmm... deja ver... ora verás... y sin contar a mi vieja... mmm... jaja, no me vas a creer pero no me acuerdo! a ver, Luisa la secretaria del consultorio fulano, Laura la del super, una cocinera del restaurant mengano... no... son muchas no las recuerdo a todas, pero fácil unas 8 o 10 al mismo tiempo...
Sivoli: ¿¿8 o 10 al mismo tiempo?? y tu esposa... serían 9 a las que "les checas el aceite"??
Orangután-Taxista: Así es... jajaja, así es, mi estimado, para todas tengo, jajaja... ¡pinches viejas! como las quiero...
Sivoli: Uuy, pues entonces si estás cotizado...
Orangután-Taxista: pues más o menos... no seré un galán, pero tengo lo mío. A las viejas les gusta más que uno tenga personalidad, ¿sabías?
El güey escupió por la ventana, le hizo "psst!" a una gorda que pasó por delante, (Luego le gritó "Apaaachurrrooo! mamacita! préeestaalaaasss!!") se escarbó entre los dientes con las uñas y le subió a las cumbias en el estéreo.
Yo preferí ya no decir nada.
miércoles, septiembre 13, 2006
Preferí el Diseño Gráfico
Como muchos (o todos) alguna vez llevé matemáticas, álgebra y cálculo... materias que realmente nunca se me dieron y que sólo provocaron que le tuviera náuseas a ese mundillo de los números.
Chéquense estas respuestas de exámenes:
¿No cumplí con lo que pedían?
Este se me hizo muy sencillo:
Nunca supe por que le llamaban raíz cuadrada, la forma tampoco lo sugería. Bueno, de todas formas resolví este así:
Y a pesar de que me ponían a despejar ecuaciones que incluso venían en inglés pude hacerlo:
Por eso dejé de meterme con números. Sólo estaba perdiendo mi tiempo, Snif.
P.D: Si alguien no le entiende, puede consultarlo con un ingeniero.
Chéquense estas respuestas de exámenes:
¿No cumplí con lo que pedían?
Este se me hizo muy sencillo:
Nunca supe por que le llamaban raíz cuadrada, la forma tampoco lo sugería. Bueno, de todas formas resolví este así:
Y a pesar de que me ponían a despejar ecuaciones que incluso venían en inglés pude hacerlo:
Por eso dejé de meterme con números. Sólo estaba perdiendo mi tiempo, Snif.
P.D: Si alguien no le entiende, puede consultarlo con un ingeniero.
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