jueves, septiembre 30, 2010

Sin título 2

"...La acausalidad es esperable cuando parece impensable la causalidad..."

Demasiado complicado el concepto. Por lo menos para un personaje sobre el que estoy escribiendo algunas ideas.

Hablaré de otra sincronicidad con puros enunciados:


¿Cuánto tiempo puede esperar una persona para decir algo muy importante que afecte a otra de gran manera?

A veces pensamos que todo va bien, a las mil maravillas y que la vida es una buena historia para contar, cuando de pronto un comentario dicho a la ligera (sea positivo o negativo, en un contexto sin importancia real) o una confesión bien meditada (dicha en un contexto importante) le da una voltereta a muchas cosas. Algunos dirán "se siente como una mordida en el culo" tratando de expresar dolor o una gran pena... mi personaje diría que se sienten mil mordidas en todo el cuerpo.


¿Por qué a veces se tiene a una persona enfrente y no se puede articular un comentario coherente, simple y significativo?

A pesar de que se ensayan palabras, se meditan conceptos y se visualizan escenarios posibles, sucede que llega ESA persona y al tenerla enfrente, cerca, llega la parálisis total, el desencajamiento... balbuceos, conversación absurda y ñoña que seguramente dejará una pobre impresión en el interlocutor.


¿Por qué regresan fantasmas del pasado? ¿Tienen alguna misión?

Nada más gacho que enfrentarse a lo incomprensible de sucesos pasados que no fueron resueltos en su momento. El concepto de que "alguien llega a tu vida para dejarte una experiencia significativa" se trastoca y se convierte en una herida que urge sanar.

Conceptos sueltos que espero precisar.

Más adelante, un cuentito que se está cocinando... no dejo de escribir, sólo son pequeñas pausas.

sábado, septiembre 04, 2010