jueves, noviembre 29, 2007

Ataque (Cuentito)

Cuando ella lo vio, las luces brillantes no le permitían distinguir con claridad si era él o no. El ruido del beat ensordecía y hacía que la multitud se agitara. Esa noche, la noche era muy corta.

Tuvo que acercarse para asegurarse, y se acercó tanto que cuando se dio cuenta de que las distancias estorbaban ya era demasiado tarde. Nunca debió acercarse tanto...

Él no esperaba el ataque.

Podría haberse pensado que sí, que lo buscaba, pues todas las noches salía. las estrellas le acompañaban y le cobijaban, brillaban allá arriba... no importaba si hacía frío o calor. Salía hacia la noche y le inquietaba, pero al mismo tiempo le hacía sentir que si esa noche no iba se perdería de algo. ¿De qué?

Ella lo había visto. Noches atrás. En la noche de su pasado.

Una presa fácil, sin duda. Sólo habría que ensayar otra vez los movimientos tantas veces practicados. Una mirada, un embrujo y era todo.

Cuando el la descubrió, se dio cuenta de que iba a ser sencillo. Andaba por aquí y por allá, tal vez se sentía dueña de la situación. Una vez volteó a verlo y la mirada se detuvo en él unos instantes.

"Ya cayó" -pensó el...

"Ya se fijó" -pensó ella.

Ambas criaturas se pusieron tensas, poco a poco acechaban, daban vueltas alrededor. Luego, nada.
Uno fingía tomar su bebida, indiferente. La otra hacía como que bailaba y no le importaba nada más. Así transcurrió la noche. Como tantas otras.

"Ya" - dijo él cuando vio su reloj. Era tarde. Al parecer su víctima había desaparecido. O tal vez encontró una víctima más débil. Menos trabajo. Cero broncas.

O tal vez simplemente se fue.

Tomó su abrigo, pagó la cuenta. Al salir, la ciudad se le hizo extraña. No importaba. Era tarde. Su presa se había ido, o había desaparecido. ¿Era mejor así? Tal vez ya no le interesaba atacarla, tal vez habían sido demasiadas noches rondando solamente sin atreverse a hacerlo.

Subió a su auto. Dentro estaba ella. Sonreía. ¿Debería haber brincado del susto? No lo hizo, pero sin duda algo saltó en su interior. Aunque trató de aparentar que nada pasaba. Los nervios no lo traicionaron.

-¡Hola! ¿todo bien?
-¡Hola!... sí... ¿te vas ya?
-No sé... ¿No quieres?
-No sé... ¿Tú quieres?

Sonrió, se acercó... y cuando la besó supo que estaba perdida.











Ella lo atacó, aunque siempre dijo que había sido él.




FIN.

jueves, noviembre 22, 2007

Ayúdenme a ayudar a un amigo

Le pedí a un cuate mío que me ayudara a conseguir a alguien que filmara video para eventos:



















Y muy buen amigo que es... consiguió su número de celular y le llamó para preguntarle...














Como muestra de que es a toda madre hasta se puso de mi lado para tratar de conseguir mejor precio:

















Y sí necesitaba el dato, pero no pude evitar hacerle una bromita:















Jajajajajajajajajaja...

Chale.

miércoles, noviembre 07, 2007

Junta de Padres de Familia

No puedo describir con claridad lo que es estar en una junta de Padres de Familia... Pero de que es un espectáculo sobrecogedor, aterrorizante, cómico, mágico, musical... lo es.

Para empezar, me caga que según todos los papás sus hijos son unos non-plus-ultra, seres taan especiales, que no deberían de estar en esa escuela, para empezar. Deberían estudiar en la NASA, en un Centro Especial para Atención de Niños Índigos o algo por el estilo. Pero lo más maquiavélico no es toparse con papás que consideran que su engorro es el nuevo Mozart región 4 que todo México esperaba, y que está perdiendo su tiempo en esa escuelita... no... lo más terrorífico es cuando en la junta empieza la maestra (La Miss, me corrigen) a preguntar si alguien tiene algo más que decir o alguna observación importante.

Surgen joyitas como estas:

-"Ash, maestra... a ver.. mi hija se queja de que le dejan mucha tarea! y yo no quiero que se me estrese tanto!"

-"Miss... yo quisiera que reforzaran las medidas de seguridad! la semana pasada le metieron su mochila suya de mi hijo al bote de la basura! pasamos casi una hora buscándolaaa!"

-"Miss... yo si tengo una queja: a mi hijo le dicen "cochinilla"!! que hace la escuela para prevenir que se den este tipo de situaciones donde le ponen sobrenombres a un niño? todos sabemos que le puede afectar emocionalmente quedar marcado así!!!"

-"Miss, yo ponía a mi nenita a contar con ábaco! pero ahora ustedes salieron con unas ondas que se llaman "cálculo mental" y mi pequeña llora y llora porque no puede hacer sus tareas así, le aviso que yo voy a seguir con el ábaco, ok??"

-"Maestra, a mi hijito le da miedo ir al baño solo... ¿dónde está la responsabilidad y el cuidado de Ustedes para ayudar a los niños a superar sus miedos? ¿ese apoyo lo otorga la institución o voy a tener que llevar a mi hijito a un sicólogo y pagar por que le ayude?"

-"Miss, creo que a mi hijito no le gusta ver ese muro pintado de color amarillo, es más, creo que hasta ha perdido el apetito porque regresa de la escuela después de haberse expuesto a ese color todo el día"


¿¿¿¿???????

De que chingados hablan???

O sea, si un escuincle caguengue le pone un apodo a otro y ese otro se deja y no le rompe su madre a la primera, créanme, no habá sicólogo que "le ayude a superar" ese terrible trauma... el asunto se pone peor si se le adjudica un apodo destinado a ser inmortalizado, como "el pedorro", "el teco", "negro", "chino", "güero", "greñas", etc.

Por otro lado, creo que aplica igual si un compañerito que sea un auténtico hijo de puta (no un compañerito latoso, no, un verdadero, genuino e irrepetible hijito de puta) decide esconder la mochila de susanita en el bote de basura, seguramente es porque después de horas de reflexión decidió que ese es un lugar seguro, un refugio antibombas, o un escondite para espías que dejan ocultos paquetes secretos, lo de menos es buscar la mochila, limpiarla de todos los restos de papas, molletes, refrescos y regresársela a la tarada de susanita al mismo tiempo que se le otorga una beca para cursar un diplomado intensivo que incluya temas como "Como cuidar mis cosas de ataques de compañeritos chistosones".

A ver si aprenden.

Por otro lado, considero que los niños van a la escuela a aprender, no de pachanga o de botana es que se les compran libros y libros y más libros, antologías, material, lápices en forma de triangulito para que los agarren mejor, mochilas con rueditas para que carguen tanta cosa, bla bla bla bla... Y que los maestros no son unos sádicos-esquizo-didacti-magistéricos que desean reventar las cabecitas de los enanos de 2do. año poniéndoles a estudiar física cuántica, ecuaciones de Schrödinger ni magufadas por el estilo, no, no, no...

Así que si una mamá se queja porque su hijito está aprendiendo mucho neta que no lo comprendo.

Cada quién, yo lo se... pero neta no exageren!