domingo, agosto 25, 2013

Otro post viejo

Escarbando en mis antiguos posteos me encontré éste que me recuerda mis años de escuincle, lo escribí en 2006. Hace siete años, a ver si les gusta:

jueves, mayo 11, 2006

El mercado

Recuerdo bien el mercado de por la casa de mi abuela.

Por las mañanas se oía un desafinado saxofón y los golpes de una cuerda de tololoche acompañando alguna canción cuando los músicos callejeros recorrían las fondas que a esas horas o tenían algunos estudiantes desayunando un licuado y Corn Flakes o a unos briagos desmañanados curándosela con un platazo de menudo bien caliente.
Los músicos por lo general si andaban bien vestidos, con chaleco y sombrero para cubrirse del sol que a medio día seguro les iba a picar en la cholla. Algunas orquestas de estas se formaban por un volinista, un bajista y un guitarrero, otras preferían un saxo o un "pitero" que le sonaba bien gacho al clarinete, pero pues ya tapándose unos con otros las canciones sonaban decentes. Cobraban por canción y a veces tocaban más de tres en algun changarro, para levantar todo luego y caminarle tantito al de al lado.

Sólo veía que barrían por las mañanas muy temprano. Las doñitas llegaban y se organizaban, tu atiendes, yo limpio mesas y pongo a calentar los guisos.

Había de muchos guisos y lo chido era que te podían preparar lo que quisieras.
Doña Irene preparaba unas quesadillas fritas en aceite, hacía de queso, de papa, de queso con chorizo, de frijoles... y a todas les ponía un relleno enorme de lechuga, que tenías que buscar los restos de queso o de papas entre la yerba, jajaja. Lo malo era que Doña Irene no abría en las mañanas, porque aparte de tener la fonda era maestra en una primaria. Tuvo que trabajar mucho después de que su viejo la dejó por irse al gabacho a conquistar a los gringos (o a las gringas? sepa)
A doña Irene le ayudaba su hija, Laurita. Una chava de unos 16 o 17 años que no estaba nada mal, tenía una carita bien bonita, y además siempre olía a perfume, pero supongo que a mis 12 años me veía como un escuincle cualquiera.

Yo me esperaba para que me atendiera Laura. ¿Se daría cuenta de que lo hacía a propósito?

Como sea, lo bueno de llegar a una fonda es que no te atendía la doña fríamente y sin atenciones. No tal parecía que llegabas a tu propia casa o a casa de algún compa, porque luego luego que te sentabas a la mesa te preguntaban "¿Que le sirvo mijo? ¿no se le antojan unos huevitos rancheros? o si quiere le preparo unos sopes, pero esos se tardan"... Cuando traía dinero y me salía de la casa de mi abue temprano sí pasaba por ahí y me recetaba un cereal y un huevo estrellado acompañados de un café de ese que muchos venden con el sobrenombre de "de olla".

Mientras, afuera, los músicos acompañaban en la fonda de al lado a una pareja que había pedido pozole para desayunar. Traían un par de caguamas envueltas en bolsas de papel porque así no se nota que están chupando a plena luz del día y en la calle. Nadie se da cuenta. De seguro se la habían amanecido de una pachanga en pleno jueves... un baile donde igual y apenas se habían conocido y terminaron perdiéndose de sus demás amigos... igual y acabaron fajando en el carro de él.

¡tarararán tan tan tan! sonaba el bajo cuando el ruquito de los dedos ya llenos de callos le daba de jalones a las cuerdas, mientras buscaba donde acomodarse con su instrumento para no estorbar la pasada de los carretilleros y los gueyes que empujaban diablitos llenos de huacales de frutas y verduras..."¡¡GOOLPEE!!" se escuchaba cuando pasaban los cargadores. Algunos ni avisan a gritos sólo van chiflando de vez en cuando.

-¿Más tortillitas mijo? ¿no se le han enfriado esas que tiene ahi?
-No, señora, gracias...
-¿Más café? ¿no le gustó? ¿le sirvo mejor un chocolate?
-Si me gustó, pero está muy caliente, ahorita me lo termino
-¿Quiere una fruta? ¿Agua?
-No gracias, de veras
-Bueno, si se le ofrece algo me avisa
-Gracias

Y la señora se daba la vuelta para ir a acomodar el gancho de alambre que tenía como antena de su tele, porque la imagen ya estaba dando vueltas hacia arriba, tanto que mareaba a la vista. Acomodaba la antena y le subía al volumen girando el botón y atorándolo en su lugar con un pedazo de papel que servía para que no se moviera el volumen.

Apenas alcanzaba a llegar a la escuela. A veces me entretenía oyendo a los músicos. A veces me daba de vueltas entre los puestos de baratijas o de revistas. Pero recuerdo bien que me ahorraba el dinero que me daban para comprar en la cooperativa de la escuela y cuando juntaba bastante para irme a desayunar al mercado prefería hacerlo. De todos modos las tortas frías de jamón que vendían en la escuela sabían bien gacho.

viernes, agosto 23, 2013

Post viejito 1

Cumpliendo con parte de mi promesa les traigo un post viejito viejito, pero bonito. Esto lo redacté en diciembre de 2005…!

De hecho considero que ya no escribo así (tal vez escriba PEOR, jajaja) pero me trae buenos recuerdos. Ojalá les guste:

















Las Quinceañeras (o los peligros del ridículo)

Recordaba que muchas veces tuve que ir a tocar a eventos como Bodas y Quince Años... Uno tiene en ocasiones oportunidad de ser testigo de horripilantes escenas, todas ellas fruto de la "creatividad" de los que organicen la fiestecita, ya sean los papás, o el "coréografo" (así le dicen al jotín que hace ensayar ridiculeces a la de la fiesta y a los chambelanes) o que en el peor de los casos son producto de ideas de los parientes, amigos y hasta de la quinceañera.

Por eso decidí hacer mi propia lista de

Tarugadas inútiles, ridículas y absurdas que no se deben hacer en unos Quince Años

1.- En los Quince Años se baila un vals. No considere a jotitos como Chayanne o Ricky Martin con sus rolitas cursis, rositas y espantosas como "pista" para que la bailen como vals.
2.- Evite que la escuincla quinceañera haga acrobacias en su baile. Si la morrita pesa más de 70 kg. es mayor el riesgo de un azotón. Olvide la regla esa que dice que la extravagancia en los pasitos de baile debe ser directamente proporcional a la gordura de la festejada. Es mentira.
3.- A menos que pertenezca al ejército alguien de la familia, considere que es absolutamente ridículo que los primitos, amigos y el galán de la quinceañera vistan así:














Aplica también para el uso de uniformes "de utilería", espaditas "de mentiras" y demás elementos falsos.
4.- No es "original" hacer que la quinceañera salga desde dentro de una cajota de regalo. Tampoco permita que le hagan "cortinas de humo" o entradas espectaculares. La pirotecnia se usa en ferias, corridas de toros y fiestas patronales en ranchos. No en un salón lleno de invitados.
5.- Tampoco es "novedoso" o "encantador" instalar un columpio lleno de flores para mecer ahí a la criatura.
6.- La rolita ochentera que dice "Y ahoooraaa, despieerta la mujeer que en mí doormiiiaaa.." es lo más choteado que puede existir. Aparte es de pésimo gusto. Pone en evidencia a toda la familia.
7.- Los pasteles "con fuentecitas que funcionan de verdad" o con "una bailarina que se mueve" también son naquerías que nadie valora. Y cuestan.
8.- Evite que los papás le regalen a la quinceañera:
-Su último biberón
-Su última muñequita
-Su último __________ (escriba aquí el artículo infantil de su elección)
9.- El vals es una obra musical que tiene cierta duración. No guarda relación con las ganas que tengan TODOS los invitados de pasar al centro del salón a darle de vueltas a la escuincla.
10.- Evite que se ponga pedo el papá, el tío, el abuelo y el padrino de la quinceañera. Por lo menos ANTES de que se decidan a "dirigir unas palabras" en el micrófono.
11.- El vestido de la quinceañera debe ser sobrio. Queda terminantemente prohibido el uso de accesorios con foquitos, lucecitas, diodos. No importa que a alguien se le haya ocurrido que "sería muy padre apagar las luces y que se vea el vestido en la oscuridad"
12.- Queda prohibido también el uso de vestidos con adaptaciones que lo conviertan en minifalda o en traje estilo dominatrix o gatúbela. No importa que sean para usarlo en una de esas coreografías bien moderrrrnas.
13.- Al no quedarle más remedio al chambelán que ir a la fiesta y hacer el ridículo enfrente de sus cuates, hay que verificar que antes de salir a bailar lleve zapatos y no tenis.
14.- La Quinceañera es una chavita que, según sus papás, está a punto de convertirse en mujer (ja-ja-ja), no es una Reina de Belleza, así que no hay razón para que le ponga cetro y corona. No importa que brillen re-gonito.
15.- El vals es un momento especial. Si lo repiten porque no lo vio tu abuelita que se quedó dormida o porque no salio en el video le dan en la madre a la expectativa.
16.- Un tío o un primo que sabe hablar bien bonito es sólo eso. No es un maestro de ceremonias. Una fiesta de 15 años no es una ceremonia. Punto.
17.- Si la quinceañera se pierde de vista junto con el chambelán al menos 20 minutos en la fiesta y regresa toda desgreñada y retocándose el maquillaje, no hay de que apurarse. Recuerde: Ya es tooda una mujer.



jueves, agosto 15, 2013

Feliz cumpleaños, querido blog

Parece como en medio de una bruma densa, pero hace ocho años que tecleé mi primer post aquí. Eso fue en 2005. En aquél entonces escribía sobre casi cualquier cosa. Mi blog se había convertido en mi reducto para expresar aquellas cosas que de diario no podía decir: mis quejas, mis lloriqueos, o cualquier babosada que llegaba a emocionarme. Tal vez nunca fue muy bueno, pero le vi muchas posibilidades. Y seguí escribiendo. También lo utilicé para narrar algunas historias de lo que ha sido mi vida.

En esos días leía a El Huevo, a Guffo, a Rox, a Salaverga, al negro Caníbal, al buen Semidios, a Control Zape, a Ingrid, al Zórpilo, al maestro Kabeza y sus monigotes, al NEB, al Autor, a Mulder… y un enorme etcétera. Pura banda escritora. Y me di cuenta de que era algo que me gustaría hacer, porque ya desde hace mucho me gustaba contar historias.

En esos años tener un blog respetable costaba algo de trabajo, había un montón de bloggueros por todos lados y uno tenía que aplicarse a descubrir los textos que de verdad interesaban. Aprendías a separar la paja de lo bueno. Y aunque muchos se enfrascaron en la contienda de convertirse en blogstars, a mí la verdad es que me valió madre, porque me llegaban historias, estilos, cuentos, bromas, bote-prontos a montones. Dejé la carrera de blogstars a los demás.

Algunos de los autores de mi blogroll eran simplemente geniales y parecía que nada ni nadie los iba a silenciar nunca (como al buen Guffo, que para mi gusto ha sido el más constante), otros de pronto guardaban silencio durante meses y de pronto volvían a surgir renovados, con nuevas historias, anécdotas, debrayes y textos que definitivamente me llenaban de letras la cabeza.

Muchos simplemente desaparecieron, o migraron a twitter y facebook. Así es la vida. Aún recuerdo que a muchos «los conocí» en otro formato de conversación que entonces reinaba: los foros de discusión. Anduve un rato en Forinautas, en El Foro Sin Nombre, en El Foro, y conocia a muchos escritores… A un par de ellos los conocí en persona. De eso hace mucho rato ya.

Así que curiosamente hoy en este momento estoy escuchando a Botellita de Jerez, a quienes coincidentemente escuchaba en esos años… y precisamente estaba escuchando «Niña de mis ojos» cuando recordé «¡Achis? yo tenía un blog que creo que empecé hace un chingo en el mes de agosto!» Y héme aquí, revisando archivos y echando una sonrisa de vez en cuando. Recordando. Algunos de mis posts me dan pena, otros me hacen reír y otros me vuelven a hacer enojar.

Ocho años. Ocho años escribiendo aquí. Sumar tiempo no es sumar amor, pero la he pasado bien… De pronto me canso, o me da flojera, a veces no hay mucho que decir, y algunos días está uno que no encuentra la manera de contar por el gusto de contar… y si se dan una vueltecita por algunos de mis posts verán que aquí he narrado cosas importantes de mi vida. Algunas no lo serán tanto, pero si les parece celebraré los ocho años de este cuchitril re-posteando algunos de los textos que más me han divertido a mí. Si no les late, va una disculpa, porque a fin de cuentas, es mi blog y hago en él lo que se me da la gana :)

Empecemos por este, lo publiqué hace dos años:


http://sivoli.blogspot.mx/2011/12/historia-de-una-fuga.html


Por cierto, pronto escribiré una pequeña serie de textos que he tenido en mente desde hace un buen rato, así que si tienen chance dénse una vuelta por este viejo blog de vez en cuando para saludar. Aunque ya no dejen su comentario, snif.

…Y feliz cumpleaños a mi blog.

viernes, agosto 09, 2013

Centro de oportunidades… sí cómo no.

No, no he estado inactivo. Es que blogger es como una exnovia a la que extrañas, pero ya no ves. O por lo menos no lo ves como antes.

Sin embargo, este espacio no se muere, mis amigos. Les iba a pegar un link de otro sitio donde escribo semanalmente, pero primero uno de los textos que podrán leer allá:

Centro de Oportunidades…Sí, cómo no…
En la “vulka” se puede ver de cerca el tiempo pasar. A veces corre muy lentamente: el día va pardeando y la espera desanima por saber que el regreso a casa será con unos pocos centavos en la bolsa y muchos callos en las negras manos.

A veces, cuando la chamba es tupida no se da uno abasto. Y consideras seriamente hacerte de un chalán para que te ayude, se gane unos pesos y puedas abarcar más carros en un día. Pero en días como hoy, cuando no se paran ni las moscas y no hay mucho por hacer entonces te pones a pensar si tiene sentido mantener el negocio abierto. Gastando luz. Por más que te vaciles a la chamaca de los abarrotes y por más vueltas que le des a las páginas de un libro o una revista no puedes evitar pensar en el tiempo que se escurre. Se fuga lentamente como el aire de una llanta ponchada. A veces no lo notas y hasta que te das cuenta la llanta está en el piso y otras el silbido no te deja en paz, suena y sabes que se desinfla poco a poco.

Ayer pusieron un anuncio frente a la vulcanizadora: Dicen que la ciudad es número uno en seguridad, en oportunidades de trabajo, en competitividad y que es un lugar ideal para vivir. Te dan ganas de invitar a los que hacen esos anuncios a que te ayuden en la “vulka” un sólo día: Cargar llantas, desmontar rines, buscar clavos o pijas encajadas y retirarlos, preparar los parches, cargar el gato hidráulico, cuidarte de no ser atropellado por los taxistas. Darte prisa en entregar la llanta, ir a cambiar a la tienda el billete que te pagan, machucarte los dedos con la barra de acero, inflar una llanta recién parchada esperando que no te reviente en la cara y al terminar el día poder cerrar el negocio sin que te caiga la banda pidiendo la cuota semanal, caminar por las calles echando siempre una mirada hacia atrás para verificar que no te sigan y así pasar a la panadería y gastar lo poco que ganaste en el día en leche, huevo y pan para la cena. Al llegar tu señora te notifica de los pagos que siguen pendientes y armándote de paciencia decides no hacer bronca.

Eres contador público, pero resulta que el mercado está saturado de profesionales de tu campo. Tu papá te enseñó a trabajar desde chico en la vulcanizadora, así que cuando murió te encargaste del negocio. Vives en una colonia de la periferia porque a pesar de que a veces ganas bien, es un ingreso que no es seguro, así que pagas una renta pequeña y aunque en la familia son cinco, ahí la llevan. Ya llevas un dinerito reunido y piensas que por fin podrás sacar del taller tu viejo carro y echarlo a andar.
A veces quieres decirle a tu señora que te ayude con los gastos, pero bastante chamba tiene con los niños pequeños, así que empiezas a pensar en buscar otro trabajo, que sumado al de la vulcanizadora y al puesto de tacos que en las noches pones afuera de la casa te dejará más dinero.

Así que a veces si la chamba está baja como hoy, te pones a pensar en esos anuncios que publican… ¿Tierra de oportunidades? ¿Cruce de caminos? ¿Ubicación privilegiada? ¿Centro de negocios?

Sí, cómo no.

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(Este texto y otros más los podrán leer semana a semana en

www.laorquesta.mx

namás hacen scroll hasta abajo donde aparecen los colaboradores y ahí aparezco con mi nombre real: Arturo Haro)