miércoles, octubre 26, 2011

No se azoten




















Si algo sucede de forma común con los blogs y la interacción entre al autor y los dos o tres lectores que pueda llegar a tener (como es mi caso, snif) es que la múltiples ocupaciones o los nuevos compromisos a veces "echan mosca" para dedicarle tiempo a este mi hermoso remedo de blog, con el consabido reclamo de mis tres lectorcitos.

Y tienen razón. Si hay algo que es significativo para cuidar es esa relación entre lectorcito-autor desobligado. Por lo cual les pido de antemano una disculpa. Peeero este no es un blog baldío: sigo con mis proyectos de escribir narrativa corta, azotarme de vez en cuando y demás ñoñerías, sólo que algunas las posteo en Facebook, otras las hago "en la vida rial" y eso es todo: no pasa nada.

Aunque muchos han migrado sus cositas a FB, Posterus y otros se han lanzado de lleno al microblogging (con plataformas como Twitter) y le apuestan sus centavitos de fama de 15 minutos a foursquarear cuanto sitio visitan y por esa causa han abandonado sus blogs, no es mi caso. Particularmente, me gusta mi blog. Me encanta escribir, me encanta la fotografía, y lo iré posteando poco a poco en este espacio. Nomás les pido un poquito de paciencia. Ni dejo de ser yo mismo, ni abandono nada.

Y si se desesperan por no encontrar novedades, o se aburren, pues les pido una disculpa, ya pronto verán cosas nuevas... así es este mundillo. Ya deberían saberlo. Así que relax. Como dicen por ahí: "ahí voy, ahí voooyy"


lunes, octubre 10, 2011

lunes, octubre 03, 2011

Medianoche en París (Woody Allen 2011)

Si de entrada es que me animo a tratar de "criticar" u opinar acerca de una película es porque verla me motivó a hacerlo. Triste caso de las películas que no mueven a nada, ni a quejarse, ni a elogios.

Vamos por partes:

1.- Woody Allen me da ( o más bien, "me daba") como cansancio. Siempre he pensado que lo han sobrevaluado a lo largo de tantos años de producciones que francamente a mí muchas de las veces me han dado flojerita.Eso y las poses de la mayoría de "los artistas"

2.- Percibí cierta mirada tendenciosa en algunas expresiones de los protagonistas: por un lado la inútil discusión entre los "buenos" (obvio los republicanos) y los "malos" (o viceversa, depende de tu propia inclinación) Además de inútil la encontré un poco forzada en los diálogos. Eso me lleva a

3.- La pose de Hemingway se me hizo muy superficial. Es decir, al tipo lo limitaron a representar a un macho-alfa-galán y ya. Cuando es probable que hubiera enriquecido más la trama. De igual manera se le da el tratamiento a Picasso y otros artistas que desfilan por la película. Las intervenciones del escritor (Hemingway) son más frecuentes y significativas, por lo que tal vez hubieran sido más sustanciosas, pero no: Se la pasa diciendo como clisés sus frases más famosas, Snif.

4.- Aunque me identifiqué chido con el rol del protagonista en ocasiones me pareció como si se tratara de un escuincle berrinchudo que no sabe ni que hacer con la obra que trae entre manos.

5.- El papel del sabihondo que conoce datos triviales (¿Paul?) de París y los museos era importante, pero los alegatos muy pobres para alguien que decían que era una pirinola con doctorados y no-se-qué-tantos títulos. De hueva estar recetándose sus peroratas como si estuviéramos jugando "Maratón" o "Quince datos inútiles que debes saber en una conversación acerca de cultura general"

6.- En cambio, la aparición de Adrien Brody como Dalí me hizo carcajear, junto con la de los actores que representaban a Man Ray y Buñuel. Como idea de retrato del esnobismo de la época funciona. El comportamiento de tipos de esa generación de artistas me encantó, aunque no comprendí del todo que el protagonista (O.Wilson) le haya querido "dar consejos" a Buñuel para la historia de "El Angel Exterminador" (otra peli que me encanta). Creo que las acciones de un personaje deben estar enfocadas a algo en particular y previsto, si no quedan como simples parches o remiendos que nada aportan a la trama ni la enriquecen. En cambio me llamó la atención un detalle tan raro como el de la guía de turistas del museo (neta sí es Carla Bruni, la primera dama francesa, ¡bellísima mujer!) y eso sí me hace suponer más cosas. Debo decir que al principio no le presté atención, pero como se le hizo hincapié a la personaja por ponérsele "al tú por tú" al ridículo que se andaba cenando a la prometida del escritor, caí en la cuenta de que era importante el rol y miren nada más...

7.- Entiendo que Woody Allen ha tratado de representar a algunas ciudades como personajes dentro de las mismas historias que cuenta, por eso me gustaron las secuencias de tomas de París, aunque tal vez haya estado un poco de más hacer hincapié (como tooodo mundo) en la Torre Eiffel, un clisé más, pero bueno, se le disculpa al cineasta porque ya está viejito y porque el resto de las tomas que recrean el ambiente me gustó mucho.

8.- Aunque la línea cómica de Woody Allen a mí sismpre se me ha hecho algo insulsa (humor "demasiado fino" pues) en esta película sí me entretuvo bastante.

9.- Aunque trata de desmitificar en parte la idea del típico escritor, creo que consigue mantener esa atmósfera de glamour, de misterio y de incertidumbre que rodea a la producción literaria, eso está chido si consideramos que a través de ese concepto es que logra hilar una buena historia, entretenida, con ciertos tintes de película que no tiene una pose determinada ni forzada. La idea esa de que siempre "épocas pasadas fueron mejores" se me hace un buen pretexto para la historia que se cuenta, pero sí considero que es sólo eso: un pretexto para narrar. No es el centro de la historia. Ni siquiera lo es aunque se aborden el concepto del salto en el tiempo.

10.- Definitivamente me gustan las películas que dejan un buen sabor de boca, y no me refiero a que tengan un final feliz, sino que resuelvan las incógnitas de la trama con maestría y buen "trenzado" de historias y personajes. Creo que en mi caso particular, Woody Allen y esta peliculita se merecen un reconocimiento, aunque también pienso que hay un cambio sustancial aquí: La película y el concepto se mezclan con lo palomero y lleno de clisés. Es como decir que Woody Allen trató de ser menos ambicioso y más terrenal con su historia.

No sé ustedes, pero eso a mí sí me gusta.