Pues fui con un doctor... y eso que les tengo aversión...
Me revisó, me soltó una verdadera cátedra acerca de mi reacción al tabaquismo, mis problemas de salud (que no son graves, por suerte) y me dijo en pocas palabras una sentencia muy ojete y muy triste, aunque sepa que es por mi bien.
La verdad la noticia me cayó muy mal y aunque tengo la mejor intención la verdad es que no quiero cumplir su dictamen:
No debo fumar más.
Para una persona que disfruta el cigarrillo como yo y que está metida en puros ambientes donde se fuma mucho y diario en realidad es muy difícil pensar en dejarlo. Pero me han advertido que de seguir podría tener problemas muy serios a futuro, un futuro que no es lejano. Y se perfectamente que me ahorraré una lana, que respiraré mejor, que no oleré a bote de basura, que incluso podré hacer ejercicio, que recuperaré el olfato, el gusto, bla bla bla...
bla bla bla...
Lo sé. Siempre lo he sabido.
Pero ahora por dictamen médico debo dejarlo. Y ni siquiera se como le voy a hacer, neta. Me desenvuelvo en ambientes donde impera el tabaquismo.
Pero lo haré.
Y ya no tengo nada que decir al respecto.
